¡El rincón de las palabras! - La Fe en el escultismo
JESÚS VIVIÓ UNA ESPIRIUALIDAD POLÍTICA.
“Yo era galileo e hijo de un artesano. Mi pequeña patria era Galilea la rebelde, en el corazón de un país dominado por el Imperio Romano, sometido al control político y al expolio económico. Sabía muy bien de qué hablaba cuando describí a los romanos como “jefes de las naciones” que gobiernan los pueblos como “señores absolutos” y los “oprimen con su poder”.
La mayoría de mis vecinos malvivían trabajando la tierra (que en muchos casos no era suya) y por sus frutos también tenían que pagar impuestos. Otra parte de la población, la que vivía cerca del lago de Galilea, se dedicaba a la pesca. Su situación económica no era mejor que la de los campesinos, porque también estaban controlado por los recaudadores de Herodes Antipas, que imponían tributos, impuestos, diezmos y tasas sobre derechos de pesca y utilización de los embarcaderos. La carga total era abrumadora. A muchas familias se les iba en tributos e impuestos un tercio o la mitad de lo que producían o pescaban.
La construcción de las ciudades de Séforis y Tiberíades hizo más grande la brecha económica: yo fui testigo del crecimiento de la desigualdad que favorecía a la minoría privilegiada de estas ciudades, lo que provocaba más inseguridad y pobreza y la desintegración de muchas familias campesinas. Creció el endeudamiento y la pérdida de tierras de los más débiles. Los tribunales de las ciudades pocas veces apoyaban a los campesinos. Aumentó el número de indigentes, jornaleros y prostitutas. Cada vez eran más los pobres y hambrientos que no podían disfrutar de la tierra regalada por Dios a su pueblo.
Viendo y sufriendo esa realidad, especialmente después de la experiencia del Jordán y de saberme de un modo nuevo hijo y hermano, formando parte de la misma realidad de Dios y de la humanidad , ya no podía seguir igual: había llegado el momento de empeñar mi vida, enredarla para siempre entrando de lleno en lo que experimenté como proyecto de Dios: acoger su amor incondicional y compasivo, dejarme transformar por él, y empeñar la vida en hacer verdad la filiación y la fraternidad, es decir, acoger el Reino de Dios.
Mi gran pasión fue hacer comprender a mi gente esta radical novedad: no se trataba de hacer penitencia, guardar ayunos y prescripciones, ir al templo o cumplir la ley sino de entrar en la dinámica del Reino de Dios que ya está entre nosotros, acoger la alegría y la sorpresa de Su amor increíble a cada uno de sus hijos e hijas, a cada realidad. Eso transformará el corazón.
Pero eso no lo podía hacer yo sólo, necesitaba generar un movimiento de hombres y mujeres del pueblo que conocieran bien su sufrimiento para ayudar a los demás a tomar conciencia de que había llegado la hora de acoger el Reinado de Dios. (Texto de Emma Martínez Ocaña).
Uno de estos movimientos son los Scout, hombres y mujeres que conociendo bien el sufrimiento de su pueblo toman una opción de vida por ayudar y dejar este mundo mejor de como se lo encontró, desde muy niño educamos en la responsabilidad y el compromiso, en el respeto a la humanidad y al planeta tierra.
El modelo que seguimos es Jesús de Nazaret, y un seguidor suyo en su tiempo fue Baden Powell y hoy nosotros inspirados y motivados por sus vidas seguimos su proyecto de vida. Hablando de mi experiencia en mi paso por el Escultismo tengo que reconocer el reto que Dios me pedía en ese momento, acompañar la Fe de un grupo de jóvenes, y tengo que reconocer que en aquellos momentos no fuí capaz de ver el sentido de aquello que se me encomendó, pero hoy con la distancia del tiempo puedo afirmar que todo lo que allí se hacia era Fe y no esa tendencia a separar en departamentos las tres patas del Escultismo (Responsabilidad , Fe y País).
De las tres indudablemente la Fe estaba incluída en las otras dos, ya que la una sin la otra no eran posibles, cuando educas en la responsabilidad educas en la Fe, cuando educas en el compromiso por los mas necesitados educas en la Fe, asi que animaros a seguir haciendo lo que hacéis, educar en valores evangélicos, humanizar la sociedad que a fin de cuentas es lo que hizo Jesús de Nazaret.
Hoy puedo afirmar que en los Scout educan en la Fe sin necesidad de hablar de Dios, y os animo a buscar el SILENCIO y tener alerta el corazon callar y contemplar la Naturaleza como medio privilegiado para encontrar a Dios, sois discípulos sin ser conciente de ello, sois tranmisores de la Fe sin tomar conciencia de ello, asi que animo y a seguir presentando un modelo de vida auténtica y carente de materialismo, ayudar a sonreir a nuestros muchachos, seguir soñando con un mundo mejor.
Sois los mejores emisarios para ayudar a los niños y niñas a volar y ver el mundo con otras lentes, se que teneis fuerza para volar, para hacer soñar a nuestros muchachos. Hoy doy Gracias a Dios por haberme llamado a conocer y pertenecer al Escultismo en mi proceso de vida Cristiana, el Escultismo es un eslabón más que forma esta cadena que tanto me arde interiormente, el seguimiento de Jesús me llevó al Grupo Scout La Salle a tranformar este Reino y así fue. Desde ahí entendí que compartiendo se puede ser un poco más Feliz, que las dificultades son una oportunidad para mejorar, que no hace falta hablar de Dios para vivir a Dios muy dentro de ti.
Yo sigo Señor, poniendo lo que tengo, a tu disposición .
Michel Bustillo Garat.
(Antiguo miembro del Grupo Scout La Salle)
0 comentarios:
Publicar un comentario